Miguel Pou y el Lobo

¿ Recuerdas las imágenes del lobo corriendo lentamente ante un sol rojo ? Con aquella música mítica de El Hombre y la Tierra entrándonos en las entrañas, hiriendo los corazones sensibles..., respondimos a la gran propuesta de Rodríguez de la Fuente: sí, defenderé al Lobo.

 

Mi promesa ante la Serie Ibérica fue de compromiso; fue un juramento solenmne de dejarse traspasar por el mensaje verdadero de aquellas escenas de lobos perseguidos. La guerra "eterna" no era contra el lobo: era contra este estilo de vida moderno, contra ese sentimiento actual de que podemos invadir la Naturaleza artificialmente y le podemos mancillar; ¡ Creemos que no es SAGRADA !

 

Desde los 7 años obtengo información de Félix Rodríguez de la Fuente. El Hombre y la Tierra es el 1 % del mundo de esta persona admirable, no es casi nada; todo lo recogí durante décadas, investigándole, y el Lobo era uno de sus universos predilectos. Pero la Tierra y sus misterios pide que saquemos a la luz las relaciones de Félix con el Lobo. ¿Lo lograré? ¿Conseguiremos que el lobo -¡y lo muchísimo que representa!- esté en todos?

¿ Qué intenta este Blog ? Responder a esas oculta demanda social. Es una gota. Las gotas, por goteo, acaban haciendo agujeros. Se extiende por el mundo, como aquí estoy para repetir el aullido libre del indomesticado lobo.

Mis trabajos a favor de Félix y de este proscrito, ¿provocarán que otros defiendan al Lobo, al Hombre de los Lobos, y la Tierra mítica y violada que encarnan? Si el resumen de mis esfuerzos te estimula a sentir de otra forma, más intensamente, creo que valdrá la pena expresarlo.

Mi espíritu hizo que yo recopilara toda clase de artículos y de reportajes no sólo de Félix y el Lobo, sino grabaciones sonoras que son mejores que aquella Serie Ibérica: la maravillosa "Hermano Lobo" (de La aventura de la vida), "Cuento de Lobos", "Yo y el Lobo" (de una conferencia que dio) -y también "El Lobo", de Yoplait.

 

En mi libro Félix Rodríguez de la Fuente, el hombre y su obra, saqué dos capítulos sobre las relaciones de Félix con el Lobo. Este gran estudio sobre el pionero de la defensa de la Naturaleza, considerado la biografía más grande, más amena y completa, salió con la editorial Planeta y tiene capítulos maravillosos sobre el primer lobo que vio Félix en Burgos, los fantásticos cánidos que tuvo y sus nombres y caracteres, los experimentos que hizo con ellos, su defensa del Lobo...En total ocupan casi cuatro capítulos. Me han llovido felicitaciones por la descripción, por su objetividad, pasión y hondura. Ha dicho la prensa que recogí el espíritu de Félix.

 

Estaba contento pero debía dar más: el lobo y su dramática situación lo piden. Fui a ver lobos a Candeleda (Ávila), a la Fundación Blanch. Allí jugué con los nietos de los lobos de Félix, que la viuda repartió en varios centros a la muerte del Maestro. Me impactó la mirada del lobo, inteligente, curiosa. ¡Qué inquisitividad maravillosa !...:el lobo te estudia, te lanza su interrogante; desde su mundo salvaje parece que penetra en tu sique, yo diría que comprende.

 

Félix quería mostrar que hombres y animales pueden entenderse -a eso vino-, pero que la Tierra llora nuestro desprecio, porque aún no se entienden. Dicen que El Amigo de los Animales murió, pero he visto que eso no es verdad y que se le revivifica ayudándole a su causa inconclusa, porque personas como yo -¿quizá tú?- no han muerto. Un genio sólo se puede morir en las personas que consienten esa muerte. No consintiéndola, escribí varios monográficos sobre el Amigo. Tengo tanta información y queda tanto por dar, que una de las monografías la titulé Félix y el Lobo. Da nuevos datos respecto a la Biografía y la amplía. ¿La quieres? Leyéndola sentirás que Félix, un hombre con alma de Lobo, "no ha muerto", que puede VIVIR EN TÍ.

 

Un largo reportaje sobre el lobo salió en una revista de literatura. El agente propulsor para escribirlo fue una misteriosa frase que pronunció una vez: "EL HOMBRE HA DEPOSITADO SUS LACRAS EXCLUSIVAMENTE HUMANAS EN EL LOBO". ¿Qué me querría decir el Maestro? Emprendí un estudio sobre el mecanismo psicológico de esa transposición, explico por qué se da y cómo se da; como se crea una cabeza de turco y por qué concretamente el Lobo, al que Félix llamó "Amigo".

 

Por último y para no ser muy extenso, diré que si bien el mecanoscrito Félix y el Lobo da más información que la ofrecida Biografía, aún más datos te lloverán desde las revistas-cuaderno Acción Naturaleza. Escribo y edito estos cuadernos exclusivamente sobre Félix. Entre muchos reportajes lobunos, hay uno sobre un Encuentro Nacional de Simpatizantes de Félix Rodríguez de la Fuente, Encuentros que organizo cada año. El tercero fue en Pelegrina y acudió Aurelio Pérez, Javier Ceña y Carlos Sanz, trabajadores de Félix y grandes expertos en lobos. Carlos trajo ejemplares de la gran subespecie canadiense, con los que jugamos en este maravilloso lugar de filmaciones de El Hombre y la Tierra. Yo creo que el espíritu del magnífico Félix estaba con nosotros y flotaba con fuerza en aquel inolvidable Encuentro, que tenemos el honor de repetir cada año.

*Carlos Sanz, amigo de Félix y defensor del Lobo.

He hablado sobre lobos con otros expertos, he ido a conferencias, a seminarios, he leído mucho sobre Hermano Lobo. Lo quiero. Y he jugado con lobeznos antes y después de una conferencia de Félix en un pueblo de Jaén. Carlos Sanz trajo ejemplares ibéricos: fue un modo de agradecerme lo que le entusiasma la lectura de Acción Naturaleza, la única revista de Félix.

Le debemos mucho al Lobo. ¡Tenemos tanto que aprender de él...! ¡Despertemos a la conciencia del gran carnívoro! Conozcamos como hubo un hombre que se entendió con los lobos y se unió a ellos.

 *(Foto: José M. Fdez. Díaz - FORMENTI)
 

¡La conciencia del "gran proscrito", el vilipendiado lobo, expresa el máximo sentir de la tierra salvaje y libre respecto a la imperdonable intromisión humana!

¡¡LA TIERRA ES SAGRADA!! No la artificializarán más. ¡No le implantarán más cemento!, no nos la quitarán.

Que el valiente el espíritu del Hombre de los Lobos permanezca siempre en tí.

¡AULLIDOS!